Peor el remedio
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17/03/2017 | 9:34 PM
Caracas, 17 marzo (AFP).-Apoyados de milicianos populares, inspectores del gobierno venezolano vigilan en las panaderías que el pan salga del horno: enfrentan un supuesto complot para inducir la escasez del alimento básico, pero para muchos es una batalla perdida.
"La guerra del pan", como la llama el presidente Nicolás Maduro, llevó esta semana al despliegue de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), que ha dejado cuatro detenidos y dos panaderías expropiadas en Caracas.
Para muchos, nada va a cambiar. "No va a mejorar nada. No puede haber más pan si el gobierno no da harina. Hacen operativos para aparecer en televisión como que están solucionando el problema", declaró a la AFP Alexis Méndez, un profesor jubilado de 68 años, en una panadería en el popular barrio Catia (oeste).