19/02/2017 | 8:33 PM

(Richard Mendoza).- Los nuevos precios de las salchichas, jamón, queso, chorizo y mortadelas dejó a más de un consumidor petrificado en el transcurso de la semana, cuando intentaban comprar estos alimentos pertenecientes a la variedad de charcuterías en los mercados municipales de esta ciudad.

 En solo una semana el precio del jamón de fiambre, por ejemplo, pasó de costar 6 mil bolívares a 8.500 bolívares, mientras que el de espalda se disparó de 10 mil bolívares a 12 mil bolívares. El de pierna escaló de Bs 12 mil a 16 mil bolívares, según especifican comerciantes.

 El jamón de pavo alcanzó los Bs 20 mil cuando hace cinco días atrás, costaba Bs 14 mil respectivamente. Esto ha desencadenado reacciones de los consumidores quienes salen despavoridos de los establecimientos y con las manos vacías.

 Ana Cerpa, quien tiene en el negocio más de diez años, comentó que en el último pedido que hizo quedó abismada por los nuevos costos que registró la mercancía.

“Esta alza en los precios me puso en tres y dos, de por sí, casi nadie compraba las charcuterías cuando eran ofrecidas con los precios viejos, ahora con esta gama de costos, será mucho más difícil salir de la mercancía”, expresó angustiada.

 Los comerciantes despachaban la mortadela de la marca El Corral en Bs 5. 500, pero con los nuevos precios deben exhibirla en Bs 7 mil.  Las salchichas de la marca Alimec antes costaban Bs 8 mil, no obstante, los consumidores deben disponer actualmente de Bs 10 mil y 12 mil bolívares si desean llevarla.

El queso amarillo Torondoy mostraba un precio de Bs 12 mil, ahora se expende en Bs 18 mil., mientras que el queso blanco que costaba cinco mil, pasó a 7 mil bolívares.

 El cuñete de manteca de cerdo de la Plumrose, que valía 50 mil bolívares estrenó precio esta misma semana, de 105 mil bolívares.

Ante esta gama precios los comerciantes aseguran tener un dolor de cabeza constante, porque han comenzado a ser testigos de cómo las ventas han descendido en solo cuestión de horas.

 Foto: Los nuevos incrementos dejaron desarmados a los consumidores. (Foto. Jesús Bastidas)