26/05/2017 | 10:25 PM

(Richard Mendoza).- Desde el pasado lunes el temor y el recelo se apoderó de los comerciantes ante la serie de saqueos en la ciudad y otros municipios, situación que ha impedido que el comercio opere en un 100 por ciento en comparación a la semana anterior.

 En sondeo periodístico las tiendas de ropa, zapaterías, bisuterías, establecimientos árabes comenzaron a abrir sus puertas al público de forma periódica la mañana de ayer.

 Encargados y empleados de tiendas se encontraban parados en las entradas de los locales a la espera de atender a la clientela, no obstante, la concurrencia de las personas era casi nula.

 Los establecimientos de venta de línea blanca, en su mayoría aún siguen inoperativos, por lo que se estima que sea a partir del este lunes que decidan comercializar.

 En la calle Camejo, Cedeño, Carvajal y en las avenidas Marques del Pumar y Medina Jiménez, eran poco los comercios que subieron las santamarías. Entretanto, la movilización de peatones fue evidente.

Los locales alrededor de la plaza El Estudiante estuvieron cerrados, mientras que los trabajadores de la economía popular, tampoco ofrecieron mercancía desde sus puestos de ventas.

En comparación al miércoles y jueves, ayer, el ritmo comercial registró mayor funcionamiento. Los vendedores ambulantes y de comida rápida se han sumado a ambas jornadas del día.

Enfilados en los bancos

Usuarios de los bancos por su parte madrugaron para debitar efectivo en los telecajeros y otros para finiquitar diligencias a través de las taquillas bancarias.

 Soportando sol y comentando la situación alarmante que atraviesa el país, los usuarios soportaron horas hasta corresponderles su turno realizar sus trámites.

 Algunas de estas entidades estaban resguardaban por efectivos estadales ante la gran cantidad de usuarios intentando en su mayoría sacar dinero.

 

 El centro comercial Cima y El Dorado funcionó, pero la presencia de usuarios fue diminuta. Los pasillos estaban desolados.